Almería es el lugar a visitar cuando se quiere disfrutar del sol y la luz del Mediterráneo. Es la ciudad española que más horas de sol tiene al año, unas tres mil. En pleno invierno se puede ver a algunos atrevidos turistas bañarse en sus aguas, pues el clima en Almería lo permite. La lluvia no suele ser compañera de viaje.
El clima Almeria es subtropical, mediterráneo, cálido y seco. Su temperatura media anual es de unos 19ºC. y llega a superar los treinta grados en los meses más calurosos del verano. La sensación térmica puede ser muy superior dependiendo de la humedad, también importante al ser una ciudad costera. Es el territorio europeo con menos precipitaciones y más horas de sol al año. Pero lo más llamativo del clima de Almeria son los cielos despejados y la intensidad de la luz, que hace aconsejable ir equipado con unas buenas gafas de sol para disfrutar mejor del paisaje.
Temperatura Media en Almería(ºC)
Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Sep | Oct | Nov | Dic |
9 | 10 | 12 | 14 | 17 | 24 | 26 | 25 | 22 | 18 | 12 | 10 |
Precipitación Media en Almería(mm)
Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Sep | Oct | Nov | Dic |
35 | 34 | 44 | 39 | 23 | 4 | 3 | 5 | 14 | 44 | 49 | 51 |
En Almeria ejercen gran influencia los vientos de Levante y Poniente. Es casi el único inconveniente climatológico que puede encontrarse en los viajes Almería. La provincia se encuentra dentro de una de las zonas con más viento de la península, llegando a medir rachas superiores a los 130 km/h, con la particularidad de ser un fenómeno bastante habitual. Las grandes llanuras litorales hacen que los vientos fluyan libremente sin impedimentos geográficos por la capital ya sea el típico Levante que suele hacer subir la temperatura varios grados, o el Poniente que enfría el ambiente.
Esto puede ocurrir en cualquier época del año por lo que incluso en verano hay que echar alguna chaqueta de manga larga por si alguna noche se hace necesaria. Los meses con menos viento son: enero, julio, agosto, octubre y noviembre. Los más castigados por el viento son febrero, marzo y sobre todo abril.
Por su extrema sequedad, el paisaje que rodea la ciudad es desértico, aunque se divisa a su espalda las sierras de Gádor y de Alhamilla. Pero la provincia, en su conjunto, presenta una inimaginable variedad paisajística que abarca desde los picos nevados de la Sierra Nevada almeriense hasta el impactante Desierto de Tabernas o las bellas salinas del parque natural de Cabo de Gata.
Esto es así por la variedad del relieve, ya que simultáneamente se pueden observar altas cadenas montañosas, pequeñas áreas mesetarias en el norte y noroeste de la provincia y amplias llanuras litorales. Si se realizan excursiones por la provincia de Almería en los meses fríos la ropa de abrigo será imprescindible, pues incluso ocurre que se puede disfrutar de la nieve en la sierra, después de haber pasado una soleada y calurosa mañana paseando por la playa.
El clima Almeria actua sobre el suelo desnudo y produce unos niveles de erosión que se encuentran entre los más elevados de Europa. Esto ha sido motivo de preocupación por parte de importantes organismos internacionales (FAO y UNESCO). Estos organismos tienen en marcha el desarrollo de unos planes de estudio, para atender a la preservación de los espacios físicos de la cuenca del Mediterráneo. Los dos tipos de erosiones más importantes en la provincia son la hidráulica y la eólica.
En cuanto a la vegetación que se asocia a este clima es muy variada y de gran valor ecológico. No sólo el árido paisaje que rodea Almería impacta al turista, también su interesante flora desértica, chumberas, pitas, palmeras, y todo tipo de pequeñas plantas y flores, acostumbradas a sobrevivir en el desierto, reciben al visitante.
Los inmensos campos de invernaderos que se divisan son el mayor ejemplo de como el hombre de estas tierras también ha sabido adaptarse al entorno. Aquí se utiliza sistemáticamente el riego por goteo, que aprovecha cada lágrima de éste oro líquido que es el agua y que en las tierras áridas saben reconocer y cuidar al máximo.
Fuente:
Viajes